El índice manufacturero de la Reserva Federal de Filadelfia volvió a territorio negativo en junio, marcando -4 puntos, en línea con la lectura de mayo y por debajo de la estimación de consenso de -1,5. El dato refleja una contracción sostenida en la actividad del sector manufacturero regional.
Entre los componentes del informe, el más preocupante fue el desplome en el subíndice de empleo, que cayó bruscamente a -9,8 desde +16,5 en mayo, sugiriendo un giro inesperadamente negativo en las contrataciones del sector. La semana laboral también se redujo, con un retroceso a -1,6 desde +2, lo que refuerza las señales de debilidad en la demanda de mano de obra.
En contraste, los envíos mostraron una recuperación significativa, pasando de -13 a +8,3, mientras que los nuevos pedidos cayeron moderadamente a +2,3 desde +7,4. Pese al rebote en algunos indicadores, el balance general del informe apunta a una desaceleración de la actividad productiva, en especial por la abrupta reversión en el frente laboral.
El informe genera preocupación en un contexto donde se esperaban señales de estabilización. La fragilidad del empleo podría influir en las decisiones futuras de política monetaria, en un momento de creciente incertidumbre económica.
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