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Pampa Energía impulsa Vaca Muerta con una inversión de 426 millones de dólares para liderarel auge energético argentino

por Redacción · 2 julio, 2025

BUENOS AIRES — Pampa Energía, uno de los gigantes energéticos de Argentina, ha dado un paso audaz para consolidar el potencial de Vaca Muerta como epicentro de la revolución shale del país. Con una inversión de 426 millones de dólares, la compañía planea construir una planta de tratamiento de petróleo y gas en su bloque Rincón de Aranda, en la prolífica formación neuquina. El proyecto, que ha solicitado acogerse al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), promete estar operativo en 2026 y generar exportaciones de crudo por 1.200 millones de dólares anuales a partir de 2027.

Vaca Muerta, situada en la cuenca del Neuquén, es reconocida como la segunda mayor reserva de gas shale del mundo y un pilar estratégico para la autosuficiencia energética de Argentina. En el primer trimestre de 2025, la producción de petróleo en la región creció un 26% y la de gas un 16%, según datos de Rystad Energy. La iniciativa de Pampa incluye una planta de procesamiento central, oleoductos, terminales de almacenamiento y conexiones con el oleoducto Vaca Muerta Sur y el gasoducto Perito Moreno.

Este proyecto no solo eleva nuestra capacidad operativa en Vaca Muerta, sino que posiciona a Argentina como un proveedor confiable en los mercados energéticos internacionales”, afirmó Gustavo Mariani, CEO de Pampa Energía. El plan forma parte de una inversión más amplia de 1.600 millones de dólares hasta 2026, con el objetivo de multiplicar por diez la producción en Rincón de Aranda, alcanzando 45.000 barriles diarios para 2027 a un costo de equilibrio inferior a 40 dólares por barril.

El RIGI, lanzado en 2024, se ha convertido en un imán para grandes proyectos energéticos, ofreciendo estabilidad fiscal por 30 años y facilidades cambiarias para inversiones superiores a 200 millones de dólares. La solicitud de Pampa sigue los pasos de iniciativas como el oleoducto de 3.000 millones de dólares liderado por YPF y un proyecto de GNL con Eni.

Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. Una sentencia de un tribunal estadounidense que obliga a Argentina a ceder su participación del 51% en YPF ha generado inquietud sobre la estabilidad jurídica del país. Además, la expansión de la extracción shale ha despertado preocupaciones ambientales en Neuquén.

Desde el punto de vista financiero, Pampa ha demostrado una gestión sólida. En enero de 2025, amortizó 353 millones de dólares en bonos, extendiendo su perfil de deuda a 4,2 años y liberando recursos para Vaca Muerta. Las reservas probadas de la compañía en la región aumentaron un 16% en 2024, alcanzando 231 millones de barriles equivalentes de petróleo.

El proyecto también capitaliza un momento clave para el sector. En diciembre de 2024, la producción de crudo de Argentina alcanzó un récord de 757.122 barriles diarios, superando a Colombia. La planta de Rincón de Aranda se integrará al oleoducto Vaca Muerta Sur, optimizando las exportaciones al Atlántico.

No obstante, persisten riesgos externos. La incertidumbre en los mercados petroleros globales podría presionar los precios a la baja. Asimismo, los planes de Argentina para el GNL enfrentan obstáculos regulatorios y la volatilidad de la demanda global.

Por ahora, la apuesta de Pampa Energía refleja la ambición de una nación decidida a aprovechar sus vastos recursos shale. Mientras Vaca Muerta brilla con un potencial transformador, el mundo observa si Argentina logrará consolidarse como un titán energético o si las sombras de la inestabilidad frenarán su ascenso.

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