El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha decidido reducir significativamente el financiamiento para el desarrollo del caza de sexta generación F/A-XX, diseñado para la Marina, según confirmó un alto funcionario militar el 26 de junio de 2025. Bajo el presupuesto propuesto para el año fiscal 2026, el programa recibirá solo 74 millones de dólares, una cifra ínfima frente a los 3.5 mil millones asignados al programa F-47 de Boeing, destinado a la Fuerza Aérea. Este financiamiento mínimo, descrito como necesario para “mantener la opción del F/A-XX en el futuro”, se destinará a completar el diseño del avión, pero analistas advierten que el recorte drástico podría llevar a la cancelación total del programa.
El funcionario justificó los recortes argumentando que “la base industrial solo puede manejar un programa a gran velocidad en este momento” y destacó la prioridad presidencial de centrarse en el F-47, asegurando que este programa “se ejecute correctamente”. Aunque se dejó abierta la posibilidad de retomar el financiamiento del F/A-XX en una etapa posterior, expertos consideran que las limitaciones presupuestarias y la priorización del F-47 podrían significar el fin del proyecto de la Marina.
La Marina ha insistido en la urgencia de desarrollar el F/A-XX, especialmente para operaciones en el teatro del Pacífico, donde los cazas actuales, como el F-35C y el F-18E/F, enfrentan limitaciones debido a su corto alcance y al avance de las capacidades chinas. El almirante James W. Kilby, jefe interino de Operaciones Navales, destacó recientemente la amenaza que representan los cazas de sexta generación de China, que se espera entren en servicio en la década de 2030. “El caza de sexta generación tiene capacidades que necesitamos contrarrestar”, afirmó Kilby, refiriéndose a la Marina del Ejército Popular de Liberación chino. “Se trata de firmas furtivas, alcance, motores diferentes. Todo eso hará que el avión sea más sobrevivible”. A diferencia de la Fuerza Aérea, que ha invertido fuertemente en cazas de quinta generación F-35A, la Marina depende principalmente de una flota de cuarta generación de F-18 y ha adquirido un número limitado de F-35C, lo que subraya la necesidad urgente de un nuevo caza.
La afirmación de que la industria de defensa estadounidense no puede manejar dos programas de sexta generación simultáneamente ha generado preocupación sobre la competitividad del sector aeroespacial militar del país. En contraste, China ha logrado producir simultáneamente dos clases de cazas de quinta generación y está desarrollando dos programas de sexta generación en paralelo, con expectativas de que entren en servicio sin una brecha significativa entre ellos. Steve Parker, director ejecutivo de Boeing Defensa y Espacio, cuestionó en junio estas afirmaciones, sugiriendo que la capacidad industrial de Estados Unidos es suficiente. Una explicación alternativa al recorte del F/A-XX es la presión financiera: los costos de ambos programas, que podrían superar los del F-35, uno de los proyectos más caros de la historia, han puesto en jaque los presupuestos del Pentágono. En 2024, el futuro del F-47 fue cuestionado debido a restricciones presupuestarias, pero la administración de Donald Trump lo convirtió en una prioridad, dejando al F/A-XX en un segundo plano.
El recorte ha generado críticas entre analistas y oficiales navales. Un artículo de Defense News del 25 de junio de 2025 señala que la Marina enfrenta un riesgo estratégico al retrasar el F/A-XX, especialmente en un contexto donde China avanza rápidamente en tecnología militar. En X, usuarios como @NavalAnalyst han expresado preocupación, afirmando que “la Marina necesita el F/A-XX para mantener la superioridad aérea en el Pacífico, y este recorte podría ceder ventaja a China”. Por otro lado, algunos, como @DefBudgetWatch, argumentan que el Pentágono está tomando una decisión pragmática al priorizar el F-47, dado que la Fuerza Aérea es el componente principal de la proyección de poder aéreo.
La Unión Europea, que observa de cerca la dinámica militar del Pacífico, expresó inquietud a través de un informe de Euractiv del 26 de junio de 2025, señalando que la decisión de Estados Unidos podría debilitar la capacidad de la OTAN para coordinar operaciones aéreas avanzadas en escenarios futuros. Mientras tanto, expertos en política de defensa, como el analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) Mark Cancian, advierten que la cancelación del F/A-XX podría obligar a la Marina a depender de soluciones interinas costosas, como modernizaciones del F-35C, que no igualan las capacidades de un caza de sexta generación.
El futuro del F/A-XX sigue siendo incierto, pero el enfoque en el F-47 refleja las prioridades de la administración Trump para fortalecer la Fuerza Aérea frente a las crecientes tensiones con China. A medida que el Pentágono equilibra recursos limitados y desafíos estratégicos, la decisión podría tener implicaciones duraderas para la capacidad de la Marina de proyectar poder en el Pacífico y más allá.
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